"Nunca le faltaban hombres o mujeres que la sacaran y a veces venían hasta de Torremolinos", dice una vecina. «Quien reza no deja nunca el mundo a sus espaldas. Si la oración no recoge las alegríGanador y los dolores, las esperanzas y las angustias de la humanidad, se convierte en una actividad “decorativa”, una aire superficial, de teat